El césped artificial es una opción perfecta para quienes quieren disfrutar de su jardín bien cuidado para que se vea muy bonito. Mientras que un césped natural hay que cuidarlo a diario, replantar las zonas secas, darle agua y abonos para que no se vuelva marrón y seco, el césped artificial se ve bonito, verde e igual de espeso en todas partes durante todo el año.
Sin embargo, necesita una serie de cuidados básicos que no llevan mucho tiempo, pero que son imprescindibles para que todo se siga viendo bonito.
El césped artificial es una opción recomendable, especialmente en los lugares de nuestro país donde el agua se vuelve escasa en verano y no puede malgastarse regando jardines. De este modo, tienes un césped bonito y cuidado sin necesidad de utilizar excesivas cantidades de agua.
Prepárate para recibir algunos consejos sobre los cuidados fundamentales para mantener el césped artificial en condiciones óptimas.
Evita la aparición de las malas hierbas
Aunque las malas hierbas son más comunes en primavera, en verano también pueden hacer su aparición. Por eso, cuando se limpie el césped hay que fijarse si pueden estar saliendo algunas de esas malas hierbas entre las briznas de hierba sintética. Son fácilmente identificables porque resultan muy distintas del resto del césped.
Si se ven malas hierbas hay que tomar medidas inmediatas para impedir que puedan dañar el césped artificial.
En el mercado existen productos específicos que solo hay que echar en la zona a tratar o que se pueden aplicar por todo el jardín si este no es muy grande y que contribuyen a eliminar todas estas malas hierbas. Así, el césped se mantendrá bonito e impecable durante mucho más tiempo.
Refresca el césped antes de utilizarlo
El césped artificial ha mejorado mucho y ya no tiene nada que ver con aquellos modelos antiguos que parecían derretirse bajo el sol. No obstante, en las horas de más calor se calienta como también se calientan otros suelos, incluso naturales. Por eso, antes de utilizar el césped es recomendable humedecerlo y refrescarlo para que la temperatura sea la más adecuada.
No se trata de regar, sino de refrescar la hierba para que baje la temperatura y se pueda, por ejemplo, caminar descalzos o tumbarse con una toalla sin que resulte desagradable hacerlo.
Moderar el consumo de agua en verano es fundamental y por eso hay que utilizar sistemas de aspersión en la manguera que consigan distribuir bien el agua y que hagan que se consigan buenos resultados con muy poca cantidad.
Limpia tu césped artificial con las herramientas adecuadas
Limpiar el césped artificial es importante, porque puede acumularse basura de todo tipo. Desde algún papel que los niños depositen hasta hojas, plantas secas o restos que traiga el aire.
La manera más rápida y económica de limpiar el césped es usando un rastrillo para amontonar los restos que se encuentren y recogerlos luego en una bolsa. A continuación, con la manguera se riega para eliminar los restos de polvo, pudiendo pasar un cepillo para acomodar bien las briznas de la hierba y que todo quede bien colocado.
El césped se tendrá que limpiar según la frecuencia de uso y también según el lugar en el que esté situado. Un jardín que está muy cerca de un camino transitado es posible que tenga más polvo que otro que está más alejado de las rutas principales. Tampoco es lo mismo una casa con niños o con mascotas que otra en la que solo viven personas adultas.
De cualquier forma, limpiar el césped una vez a la semana durante el verano es recomendable para evitar que se acumule mucho polvo y para que tenga un aspecto fresco y muy agradable en todo momento.
El césped artificial, también para tus mascotas
Una de las ventajas del césped artificial es que puede ser utilizado por toda la familia incluyendo a las mascotas. Pero para un perrito, sobre todo un joven, puede no ser fácil distinguir en qué zonas puede hacer sus necesidades y en cuales no. Así que, lo más probable, es que ocurran accidentes. Pero no tienes que preocuparte porque esto no va a perjudicar a tu césped.
La orina de tu perro o de tu gato, incluso las heces, no van a suponer un deterioro para la hierba artificial aunque puede causar malos olores. Pero evitarlo es muy fácil, solo tienes que limpiar los residuos sólidos y, a continuación, usar la manguera para que quede impecable.
Si prefieres estar bien seguro de que todo queda perfectamente desinfectado puedes utilizar un limpiador desinfectante aplicándolo o bien con un paño o bien con una fregona de microfibra. A continuación, retira los restos del limpiador con agua y tendrás un césped totalmente impoluto en el que pueden jugar los niños sin problemas.
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